El Anticristo

Por Diuk diuk@radiodragonfly.com

Tal vez uno de los personajes mas blasfemos, herejes y fanfarrones que conozca en el mundo entero seria yo mismo. Hace unos días, viajaba en el Metro cuando en un afortunado momento, “no se como ni por que”, se me ocurrió mirar hacia debajo de los asientos. Y ahí estaba, como un milagro de la Creación, mostrando su grandeza e influencia sobre Ricos y Pobres. Tan diminuto y humilde, sin voz ni movimiento, grande y privilegiado desde su creación, magnánimo. Tuve la enorme suerte de encontrarlo, una fortuna que muchos, jamás la conocerán. “Señoras y Señores” me encontré un billete de 500 pesos tirado de bajo de un asiento del Metro. Aleluya!!!.

Me sentí tan afortunado que sin duda dije. –“Como me quiere el de allá Arriba”. Le conté la historia a todas las personas importantes para mi con lujo de detalle. Alguien por ahí me dijo; -“Prende una veladora porque tu fortuna es la desfortuna de otro”.-

Y así anduve una semana, como el Pastor, el Privilegiado, el Profeta moderno, cuya fe fue recompensada. Que felicidad, que Padre¡¡¡. Poco me preocupo la suerte del que lo perdió, eso le paso por descuidado y yo por mas vivaracho.

Y así siguieron los días hasta hace unos cuantos días que llego a mi esta terrible desgracia.

Mi madre siempre tuvo el deseo de regalarme una bonito chamarron, de esos de fina tienda, de telas fina, de los llamados “Cachimira”. Se esforzó muchos meses y hace casi un año me pudo dar tan privilegiado regalos.

Dicha gabardina me hacia sentir seguro, influyente, “PODEROSO”. Me daba estilo entre los mortales, me elevaba al nivel de los “piruris”. Pero hace unos días, Perdí la gabardina. Me lleva ….

Todavía le lloro y me siento, maldito, menospreciado, siento que el de arriba solo se burla de mi. Y me digo y me pregunto; ¿Por qué me pasan estas cosas a mi?. Me siento desnudo desilusionado. Mi fe y autoestima están por los suelo. Maldita suerte. Hoy me siento peor que mismísimo Anticristo, que solo tiene el fin de existir para ser maldito.

Es curioso como la vida da giros, y como a veces nos culpamos muy duro por lo que nos pasa y como a veces ponemos en juego nuestras creencias mas profundas.

Tal vez no soy la persona mas adecuada para hablar de la fe. Desafortunadamente o afortunadamente para todos, soy un simple ser humano que como todos pasaremos nuestras vidas con este conflicto moral y existencial.. Y a mi parecer, esa duda y ese mismo grado de confianza, ese grado de fe en nosotros, o en un ser superior a nosotros. Nos haces ser los humanos que somos. Cuando sobrepasamos esas dudas, sin duda alguna, caemos en una estéril realidad, donde lo que pase o lo que no nos pase, puedes ser solo circunstancial. Tal vez eso seria muy sano, romper mitos y tabus. Pero a la vez no tendría mucho sentido el aprender de esas frustraciones. Temer a esa realidad, no nos hace ignorantes del todo, claro que esta regla siempre debe de ir pegada a los abusos. Considero que temer nos revela, que como todos tenemos ciertas capacidades, y limites. Y que a veces dentro de esos limites, podemos cometer descuidos. Caros para algunos y afortunados para otros.

La moraleja de la historia es: la siguiente: “Se feliz cuando la fortuna te sonría, y de ello aprende” , “ Aprende de ello y cuando no te vaya tan bien, para que no te vuelva a suceder y claro, no dejes de ser feliz”. Lamentablemente duele mucho y cuesta mucho. Así aprendí esta lección, como estoy seguro que lo aprendió el legítimo dueño del billete 500 pesos. La suerte le sonríe al que encontró mi gabardina. Yo espero que pronto me vuelva a encontrar otro billete en el Metro. Solo le pido eso a Dios.